Administra tus finanzas según la prevención

Administra tus finanzas según la prevención

Actualidad

Una sensación de inseguridad parece flotar sobre nuestras finanzas en este presente. Es común que, en muchos de nosotros, exista la duda de si estamos disponiendo bien de nuestros recursos, si los malgastamos o si estamos ejerciendo una adecuada administración de ellos.

Analizar cuál es la actitud que al respecto tenemos, refuerza la sensación de estabilidad y crea certezas en momentos donde la humanidad ha visto comprometida la seguridad de su subsistencia. Cualquier operación que involucre nuestra tranquilidad nos alerta y, por supuesto, de nuestros recursos económicos depende el aplomo que podamos tener, lo material otorga tranquilidad, en cuanto a salud y compromisos adquiridos.

Por lo tanto, es sana la preocupación porque, en sus posibles derivaciones, queda expuesto el vigor nuestro futuro, por resulta forzoso tener recursos para saber cómo afrontar una situación convulsa y poseer evidencias de cuál es nuestro nivel de riesgo, estar al tanto de la viabilidad financiera que nos afecta. Si tu momento económico precisa de ayuda es ideal recurrir a herramientas financieras como finguru, porque esta plataforma te permite afrontar situaciones inesperadas con rapidez y en las mejores condiciones.

¿Deberíamos planificar un esquema de prevención?

Sí, porque la prevención resguarda tu dinero y da a tus metas una segunda posibilidad partiendo de la cautela. La prevención puede no ser necesaria en ciertos casos, tal vez no lleguemos a necesitar de ella, pero es el único soporte a la mano frente a los imprevistos. La situación pandémica que vivimos es el mejor ejemplo de lo inesperado, las contingencias a las que nos hemos visto sometidos por el COVID-19, son evidencia palpable de que lo que no consideramos pero, lo improbable, puede estar más próximo a ocurrir de lo que pensamos.

¿Qué deberíamos prever?

Concebir la prevención requiere de un plan, esto demanda tomar en consideración una amplia gama de situaciones, que son muchas y variadas dependiendo de las peculiaridades de cada persona pero, en general, las siguientes se deberían considerar:

  • Disminución de ingresos o pérdida del empleo
  • Problemas referidos a la salud personal o familiar,
  • Siniestros
  • Deterioro de bienes, renovación de equipos, vivienda, etc.
  • Otros gastos espontáneos que deriven de las particularidades de cada uno.

El hacer conjeturas sobre las posibilidades de que ocurran situaciones que originen un desequilibrio en el balance en nuestros proyectos, nos prepara para saber cómo actuar de manera razonable y, si llegase a materializarse un contratiempo inesperado, no estaríamos inermes.

¿Cómo abordar la prevención en nuestras finanzas?

Señalaremos algunos ítems que pueden contribuir a que podamos asumir una conducta preventiva en nuestras rutinas financieras:

  • Lo primero es armar un presupuesto. Tenerlo me permite visualizar qué estoy haciendo con mis ingresos.
  • Eliminar gastos o compras superfluas para dirigir estos recursos hacia el ahorro.
  • Apartar siempre los recursos destinados a los gastos fijos y a las deudas, de tal manera que nunca comprometamos estas responsabilidades.
  • Procurar una educación financiera adaptada a lo que vivimos con información actualizada que despeje dudas y haga productivo nuestro dinero.
  • Por último e imprescindible, adquirir el hábito del ahorro como el recurso más seguro e inmediato al cual acudir.

La prevención solamente requiere que destinemos un pequeño lapso de tiempo a organizarnos. Las ventajas de ello son muchas porque, además de estar preparados para imponderables, te servirá para mensurar tus metas, disciplinarlas al catalogarlas como necesarias, evidentes y realistas. La prevención te permitirá enfocarte y no divagar en  espejismos despojados de una concreción cierta.

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