Tecnología, productividad y ahorro

Tecnología, productividad y ahorro

Actualidad

El impacto global frente a la incidencia local

Lo que recientemente nos ha tocado vivir ha cambiado la faz del planeta. No es sólo un momento de quiebre de la normalidad, es algo más, es un shock colectivo imprevisto, que anteriormente solo conocíamos en pequeña, pero destructiva, escala: terremotos, huracanes, tsunamis, etc. Decimos pequeñas refiriéndonos únicamente a sus niveles de localización y no a su poder destructor, que aún siendo eventos devastadores ceñidos a espacios concretos, no son globales. El impacto del COVID-19 no presenta la inmediatez del caos, no es un choque destructor que en segundos arruina y altera la realidad. Sin embargo, estamos ante una sutil y prolongada tragedia  que, por silenciosa, no es menos fatal. Todos conocemos sus consecuencias funestas,  y debemos estar informados de sus consecuencias en todos los ámbitos de nuestra vida.

El descenso de la productividad

En el terreno económico, el aislamiento que ella trajo generó una crisis que se hizo evidente. Sus correspondientes efectos negativos afectaron a la mayoría de los hogares españoles. Muy en especial, la productividad sufrió una merma, un desplome significativo. Si entendemos que la productividad es el número de elaboracion de bienes y servicios provocados por determinados factores (trabajadores, capitales, maquinaria, etc.), en un periodo de tiempo, conseguiremos comprender que estamos expuestos al descenso en nuestra productividad laboral.

¿Cómo enfrentar estos retos?

Coexisten claros factores que en las circunstancias particulares de este presente ubicuo, generalizado e interconectado, apuntan hacia la tecnología y su complejidad, ella afecta la productividad de los hogares. Existe una frontera que se debe cruzar en lo referido a la producción e implica un cambio, un giro de nuestras actividades hacia la creciente y necesaria digitalización, de lo contrario corremos el riesgo de ser atropellados por la premura con la que se presentan los trasformaciones del presente. Por ejemplo, miles de personas han migrado al teletrabajo, es decir, a la opción de trabajar desde casa regularmente, esto sucede porque la economía de mercado ha encontrado su nicho en la tecnología, convirtiéndose en la alternativa más viable para mantener y propulsar la productividad. La banca on-line, constituye la representación más fehaciente de  esta modalidad pues consagra todas las posibilidades para que podamos paliar los efectos de la crisis.

¿En qué me favorece la digitalización del mundo económico?

Existen muchas maneras, además de las opciones de teletrabajo, de aprovechar  lo que ocurre a través de la web. Fundamentalmente, dos de las características que ampliamente nos favorecen y tienen que ver con el ahorro son: ahorro de costes y ahorro de tiempo.  Esto es vital.  Al acceder a la banca en línea, a las plataformas financieras o a cualquier tipo de servicio donde internet sea el medio de contacto, estos esquemas de ahorro están presentes y a tu disposición para que los aproveches y logres ser más productivo en tus finanzas. Incluso, la resolución de tus problemas financieros se gestionan más ágilmente, y el iniciar un proyecto es más fácil, sin siquiera dar explicaciones cuando pedimos un préstamo online. En plataformas como finguru.es te educamos sobre las más variadas y ventajosas soluciones de tus problemas económicos, y te informamos para que disfrutes de las ventajas de costes y tiempo ya referidos para que obtengas un ahorro sustancial.

En tiempos de crisis el ahorro es más que precaución.  Debemos ajustarnos a lo que acontece. Fortalecer la productividad y nuestra capacidad de ahorro aprendiendo a sacar provecho de las herramientas que las innovaciones tecnológicas nos brindan es una de las razones para la supervivencia, y un modo de afrontar situaciones excepcionales.