Ajustarse el cinturón en tiempos de pandemia

Ajustarse el cinturón en tiempos de pandemia

Actualidad

¿Cómo entender el peligro económico de la pandemia en los hogares?

Lo primero que debemos tener en cuenta es que las situaciones imprevistas siempre ocurren. No estamos a salvo de eventos que puedan poner en riesgo la integridad económica de nuestros hogares, la COVID-19 es el ejemplo más fehaciente de una situación inesperada capaz de alterar y trastocar la estabilidad financiera, no sólo de un país sino, más peligrosamente, la economía personal. No es de extrañar que se haya incrementado más que nunca la solicitud de préstamos rápidos para abordar muchos de los proyectos que teníamos entre manos.

Un cisma familiar de esta magnitud puede no solo desequilibrar sino llegar a producir un shock con un impacto tan adverso que lleve a consecuencias mayores que, en cuestión de pocos meses, incluso semanas, dejen en una situación de vulnerabilidad extrema a nuestras familias. 

La intensidad con la que la pandemia del coronavirus COVID-19 ha impactado al orbe es gigante en todos los ámbitos, diferenciando a grandes rasgos:

-La interrupción en la producción de muchos artículos, fruto del aislamiento necesario que previene el contagio

– La incertidumbre sobre el consumo en muchos de  los mercados de suministros y distribución, que alteran la normalidad en la dinámica económica y comercial.

La vulnerabilidad financiera nos toca de cerca

Esta súbita realidad ha llevado a los gobiernos de todo el mundo a implementar políticas de auxilio  económico para sus ciudadanos. ¿Por qué? Si acercamos los problemas de esta crisis  a nuestro entorno, seremos conscientes de que, claramente, existen amplias probabilidades de quedar afectados gravemente por ella. La probabilidad de caer en vulnerabilidad financiera no es un fantasma lejano e incierto, la duración y la dimensión de lo que vivimos es muy amplia, esto no se le escapa a ningún gobierno, ellos han medido, en mayor o menor grado, que las consecuencias económicas son desastrosas. De igual manera, es necesario que en el nivel de la economía familiar encendamos las alarmas  ya que, en un cerrar y abrir de ojos, la ola de la crisis puede sobrepasar fácilmente cualquier cálculo que no haya previsto la dureza de lo que sus acciones acarrean. Debemos asesorarnos con entidades competentes que puedan orientarnos y hacernos conocer y comprender las herramientas con las que haremos frente a posibles descalabros financieros. En España finguru.es, dispone y habilita las mejores alternativas para resolver cualquier tipo de dificultad financiera. 

En España los niveles de vulnerabilidad se clasifican en:

  •   Muy Vulnerable  (33,18 %)
  •   Vulnerable         (23,43 %) – La sumatoria Acumulada de Vulnerabilidad es de 56,61%
  •   Seguro               (43,39 %)

*Datos tomados de BBVA research

Como se puede observar la vulnerabilidad es sumamente alta e, incluso, podría llegar, en meses, al 65,48%, lo que significa un riesgo patente sobre la estabilidad económica familiar en España.

¿Qué podemos hacer?     

Debemos tomarnos en serio lo que acontece y generar medidas capaces de atenuar un posible impacto que pueda causar un colapso económico por nadie deseado. Son herramientas fundamentales:

  •   Tener presente que existe un grado de vulnerabilidad financiera y que solo podremos prevenirlo si claridad en cómo manejamos el gasto de nuestros ingresos laborales para, sobre él, tratar de construir un margen de seguridad financiera.
  •   La realidad del presente nos indica que debemos planificar el ahorro con fronteras de amplitud capaces de incluir factores de imprevisibilidad dilatados que permitan surfear este tipo de momentos críticos.
  •   Debemos educarnos financieramente, sacar enseñanzas de la crisis, porque necesitamos solucionar los diferentes impactos que vendrán.
  •   Conocer las opciones de deuda y protección que brinden oportunidades para mitigar las contrariedades venidas con las crisis.